Haga su pedido online o por teléfono TeléfonoWhatsapp   +(34) 974 500 700

Envío GRATIS en España Península para pedidos superiores a 100€

Carrito de compra

¿Cuáles son las partes del cerdo ecológico?

Cuando nos planteamos comprar carne de cerdo, seguramente nos vienen a la cabeza unos cuantos cortes bien conocidos (panceta, lomo, solomillo, carrillera, manitas...) o también algunos elaborados (jamón, longaniza, salchichas...). Pero como puedes descubrir en nuestro catálogo de productos, hay muchas otras partes del cerdo que te vamos a describir. ¡No en balde se dice que del cerdo se aprovecha todo! En este artículo te detallaremos las piezas más importantes del cerdo, te contaremos sus ventajas nutricionales y te daremos algunas ideas sobre cómo sacarles el mejor partido en la cocina.

Cerdo: ¿carne roja o blanca?

La carne se ha clasificado tradicionalmente en carne roja y blanca, según su aspecto, su cantidad de hierro y su cantidad de grasa. La carne roja debe su color más oscuro a la hemoglobina que contiene el músculo, portadora de hierro y encargada de transportar el oxígeno y dar energía a los músculos. La carne blanca es más recomendable que la roja porque los estudios indican que el consumo elevado de carne roja puede tener efectos negativos para la salud, como un mayor riesgo de cáncer de colon y niveles altos de colesterol en sangre. Las carnes rojas por excelencia son las de vacuno y ovino, mientras que si pensamos en carnes blancas nos viene a la mente la carne de ave y de conejo. Entonces, ¿la carne de cerdo es blanca o roja?

Como la carne que comemos es un músculo en el animal vivo, la cantidad de hemoglobina y de grasa que contenga no sólo dependerá de la especie del animal al que corresponde, sino también del tipo de vida que haya llevado antes de llegar a la carnicería. Las condiciones de vida de los cerdos ecológicos, dan lugar a unas carnes con menos cantidad de grasa y una buena proporción de hierro en los músculos. Vivir sanos, sin estrés, en recintos con poca densidad, y, en muchos casos, en libertad, hace que los cerdos generen carnes más blancas que las que provienen del cerdo industrial, ya que contienen más lípidos monoinsaturados. Por eso la carne de cerdo ecológico que tienes en Carnísima no solo es buenísima y deliciosa, sino que además es mucho más sana que las carnes de cerdo convencional.

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud ha clasificado la carne de cerdo como carne blanca, ya que la proporción de grasa, en general, es baja. Si intentamos entrar más al detalle, se podría decir que algunos cortes de carne de cerdo son de carne roja y otros son de carne blanca. ¿Te estamos liando? No te preocupes, en las próximas líneas vamos a aclarar tus dudas.

Las patas

Uno de los manjares que más aprecia nuestro paladar es el jamón, tanto si proviene de las patas traseras (jamón propiamente dicho) como de las delanteras (paletas). El jamón curado es producto de un proceso de salazón, secado y maduración que le da ese sabor, color y textura tan característicos y que ha dado renombre a España en el mundo entero.

Pero esta parte del cerdo también se puede degustar en fresco, es decir, sin salar ni madurar. Es precisamente del jamón y la paleta de donde obtenemos nuestros escalopes de cerdo eco. Son filetes procedentes de las partes centrales de estas piezas y no tienen mucha grasa, por lo que son muy sanos, aunque pueden considerarse carne roja por su alto contenido en fibras musculares. Se pueden cocinar simplemente a la plancha o, en una de nuestras recetas preferidas, a trocitos con salsa agridulce, una receta oriental muy sabrosa. Estos escalopes de cerdo eco tienen poco contenido en grasa, pero esta se encuentra finamente infiltrada en la carne rosada, lo que les aporta jugosidad extra y una textura elástica. Y en Carnísima además, tienes la garantía de la carne ecológica certificada, respetuosa tanto con los animales, que han crecido en condiciones saludables, como con el medio ambiente.

Nuestro salteado de cerdo eco en forma de dados, se obtiene igualmente de la paleta y el jamón. Estos dados alternados con verduras, son ideales para cocinar sabrosas brochetas a la plancha o a la barbacoa. Esta carne roja es tierna, con poca grasa y todos los beneficios nutricionales y garantías de la carne ecológica certificada.

Otra manera de comer carne de forma sana y equilibrada es rellenar verduras con carne picada procedente de la paleta y el jamón. Nuestra carne picada de cerdo eco es carne 100% con el contenido de grasa naturalmente presente en el corte, sin grasa añadida. La cantidad de grasa es muy inferior al 20% que marca la normativa como máximo, ya que se obtiene de las partes nobles: jamón y paleta. Es una carne muy sabrosa, y aunque se recomienda un consumo moderado, recuerda que esta grasa es rica en lípidos monoinsaturados con los beneficios para la salud que ello conlleva.

Con esta carne roja picada se pueden hacer sabrosas hamburguesas para la barbacoa, prácticas albóndigas, o también una deliciosa boloñesa para los macarrones. En el congelador de cualquier casa debería haber siempre un kilo de carne picada congelada, ¡te puede sacar de un apuro! Y tanto si es el plato principal en forma de albóndigas o hamburguesas, como si rellena unas verduras al horno o forma parte de una sabrosa salsa, se prepara rápidamente.

Otra de las partes más apreciadas del cerdo es el codillo. Es el final de la paleta, justo antes de la manita, y se puede considerar carne roja por ser muy musculada. Esta pieza de carne, que se cocina con el hueso y la gruesa piel, es muy poco grasa, y como está cerca de las manitas, ya tiene algo de esa gelatina que aporta melosidad al plato. Al ser una pieza de gran tamaño que se cocina entera, para que tanto las partes internas de la piel como el hueso aporten su sustancia, será necesaria una cocción lenta. Pero la espera valdrá la pena, ya que la carne quedará jugosa y tierna. Si, además, el cerdo ha vivido en libertad y cuenta con las garantías de la carne ecológica certificada, el plato resultará un lujo para el paladar.

Cortes de carne sin hueso

Muchas de las piezas del cerdo ecológico son muy sabrosas y muy cómodas de comer, ya que son limpias, sin hueso y sin mucha grasa. El solomillo es seguramente el corte más apreciado del cerdo ecológico, o al menos el más conocido entre las partes más sabrosas. Se sitúa por debajo del lomo y es una carne sin grasa visible, pero con infiltraciones que le dan un sabor y jugosidad excepcionales. Es un corte de carne roja presente en casi todos los restaurantes como plato de lujo. Hay numerosas recetas para preparar el solomillo, pero una de nuestras preferidas es la que te contamos en el artículo Receta de solomillo de cerdo eco al whisky. Nuestro solomillo de cerdo eco, presentado en paquetes de unos 400 g y envasado al vacío, te permite preparar cualquier receta como un auténtico chef. No olvides que comprando carne ecológica certificada de cerdo, no solo favoreces una ganadería más sostenible, sino que contribuyes al desarrollo de zonas rurales; recuerda que nuestras granjas de cerdos están en pueblos de menos de 4000 habitantes, como Aínsa, Rañín o Juneda.

El secreto, que en algunas zonas de España se conoce como cruceta o lomito, es una pequeña parte del cerdo que se encuentra entre la paleta y la panceta, escondida en la axila. Quizás el aspecto veteado de esta pieza triangular de carne roja puede hacer pensar que es una carne muy grasienta. Pero, si se cocina en una barbacoa, quedará crujiente por fuera y muy tierna por dentro gracias a esas vetas que funden el sabor de su grasa en toda la carne. ¡Impresionante! En Carnísima te presentamos el secreto de cerdo eco en paquetes de 500 g, suficiente para compartir un suculento bocado de carne ecológica certificada y de calidad.

Otra de las partes que más se valoran del cerdo es la presa. Se trata de una pequeña pieza ovalada que se obtiene de la nuca del animal, y que muchos gastrónomos califican como el mejor corte de cerdo. Y si es cerdo ecológico, mucho mejor. Tiene bastantes vetas de grasa infiltrada, lo que proporciona sabor y jugosidad al plato. Se puede cocinar tanto entera como a filetes, y es más sabrosa si no se alarga mucho la cocción, con lo que se obtienen los mejores resultados a la plancha o a la brasa.

Igualmente, la aguja de cerdo ecológico, también llamada cabecera, se encuentra muy cerca de la presa. Es una pieza de carne roja que se cocina en filetes ideales para empanar. Tiene más jugosidad que el lomo ya que contiene pequeñas fibras de grasa veteadas entre la carne. La aguja de nuestro cerdo eco tiene el sabor de un alimento auténtico, criado con mimo y con tiempo, ya que nuestros ganaderos continúan aplicando sistemas de crianza tradicionales. Sin embargo, cuentan también con tecnologías punteras para garantizar la calidad en todas las fases del proceso de producción y el cumplimiento de la normativa para calificar su producto como carne ecológica.

El lomo es la carne de cerdo más popular. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud la ha calificado como carne blanca por su bajo contenido en grasa. El lomo es económico, es fácil de preparar, casi no tiene grasa y es una gran fuente de vitaminas y minerales, así que es muy sano. Si además, el cerdo es ecológico, ha recibido una alimentación natural y equilibrada y se ha criado sin recibir medicamentos o antibióticos con carácter preventivo, entonces la calidad y el sabor de esta carne pasa a ser inmejorable. Si pruebas nuestro lomo de cerdo eco por primera vez, ¡notarás la diferencia! Al ser una carne tan habitual en todas las casas, seguro que conoces multitud de recetas para obtener un resultado excelente. Para los niños, el plato principal que te asegura el éxito es empanar el lomo solo o en forma de librito: dos filetes de lomo con un poco de queso en medio, y todo empanado. Al freírlo, el queso derretido aumentará la jugosidad del lomo. ¿Se te hace la boca agua? ¡Haz ya tu pedido de lomo de cerdo eco en Carnísima!

Hay, sin embargo, otras recetas para las que nos puede interesar contar con abundante grasa. Para eso, la panceta de cerdo ecológico puede ser una buena opción. Hay que recordar que 100 g de panceta, esa parte del cerdo entre la piel y la carne que está tan rica, pueden aportar hasta el 25% de la energía diaria recomendada, por lo que te aconsejamos un consumo moderado. Esta carne roja, combinada con dátiles, se convierte en un aperitivo sabroso y lleno de contrastes. La panceta de cerdo eco que puedes encontrar en Carnísima no tiene nada que ver con la procedente de cerdos criados industrialmente: lo descubrirás por su color, su aspecto, su textura y su gran sabor. Te la presentamos cortada en filetes finos, a menos que indiques otra cosa en el momento de realizar tu pedido. La panceta a tacos gruesos, añadida como complemento a una pizza, le aporta un sabor y una textura que elevará tu pizza a nivel de manjar.

Costilla, churrasco y chuletas

Para preparar una buena barbacoa, también puedes usar la panceta, cortada gruesa. Si la cocinas hasta que quede bien crujiente, habrá soltado mucha de su grasa. Pero el cerdo tiene otros cortes excelentes también para asar a la barbacoa, como las chuletas de cerdo ecológico o el churrasco. Las chuletas son las costillas del cerdo, que incluyen el hueso y la carne adyacente. Es una pieza de carne blanca con muy poca grasa. Esta, además, se encuentra en la parte exterior y resulta muy fácil de eliminar si no deseas consumirla. No obstante, recuerda que la grasa de cerdo ecológico es saludable por su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados. Puedes cocinarlas a la barbacoa o asadas en una plancha o sartén, acompañándolas con tus salsas y guarniciones favoritas. Para los más pequeños de la casa, hacerlas empanadas es la menor opción.

El churrasco es un corte especial que se hace transversal al sentido de las costillas, con lo que presenta los característicos trozos de hueso redondos en toda su longitud. Se considera una pieza de carne roja. Los huesos y la grasa que contiene esta carne le proporcionan gran sabor. A la parrilla resulta incomparable. Si el churrasco o las chuletas provienen de cerdo eco certificado, como las que puedes encontrar en Carnísima, tendrás la certeza de que esta carne no solo será deliciosa, sino también estará completamente libre de tóxicos, de químicos, restos de antibióticos o de ingeniería genética.

El costillar de un cerdo ecológico se puede cortar de varias formas, pero para cocinar guisos y sacarle todo su sabor, lo mejor es contar con trocitos de costilla que se pueden añadir, por ejemplo, a un cocido de garbanzos. Para la barbacoa, la pieza entera resultará espectacular y hará las delicias de todos los comensales con los que la compartas. Quizá estés pensando en otra receta para la cual necesites las costillas enteras cortadas individualmente. No te preocupes: al hacer la compra de tu costilla de cerdo ecológico en Carnísima podrás elegir el corte que necesites para la receta que tengas en mente: pieza entera, a trocitos o costillas individuales. Al ser una pieza de carne roja por su contenido en grasa, se recomienda no abusar de su consumo.

Casquería

Se denomina casquería a las partes del cerdo que, como en otros animales, no se consideran “carne” en sentido estricto. Se trata de las entrañas, los órganos como el corazón, los riñones o el hígado, y las partes externas como la orejas, la cabeza, el morro o las patas. Su aspecto, gelatinoso en algunos casos, su textura especial y los sabores intensos de los órganos, no las hacen apetitosas a todos los paladares. Sin embargo, estas partes reservadas en el pasado a las clases populares, se han recuperado en los últimos tiempos gracias a sus ventajas nutricionales. Con una buena preparación pueden convertirse en platos de lujo.

Para muestra un botón: echa un vistazo a esta receta del chef Joan Roca hecha especialmente con carrilleras de cerdo eco Carnísima.

Las carrilleras son las mejillas, los carrillos del cerdo. Tienen un alto contenido en colágeno, son fibrosas y presentan nervios, pero con una adecuada y larga cocción a fuego lento se convierten en un manjar sabroso y tierno como pocos. La gelatina que contiene infiltrada esta pieza, que se puede considerar carne roja por su contenido en hierro, hace que cualquier receta resulte muy melosa. Nosotros recomendamos hervir las carrilleras en un caldo que lleve las verduras y especias que más te apetezcan, y dejarlas a fuego lento todo el tiempo necesario para que queden bien cocidas y tiernas. Como todo buen guiso, al día siguiente de su preparación estará más sabroso.

Las manitas, que se pueden comer a la brasa, en guiso o pueden aprovecharse para hacer un buen caldo. En todos los casos, su textura gelatinosa aporta mucho cuerpo a la receta y un sabor característico. Las manitas se consideran carne blanca. Las ventajas para la salud de esta parte del cerdo son numerosas. Su contenido en proteínas, colágeno y glicina proporciona mejoras en la piel, cabello y uñas, así como protección en las articulaciones, tendones y ligamentos. También contienen muchos minerales como calcio, magnesio, fósforo o silicio, que el cuerpo asimila fácilmente. Si además el cerdo se ha criado sin hormonas ni antibióticos, como es el caso de los cerdos ecológicos de Carnísima, la calidad de la carne está garantizada.

La oreja de cerdo ecológico tiene una textura muy característica, con un buen cartílago rodeado de carne blanca muy tierna y gelatina. Su alto contenido en colágeno, en aminoácidos esenciales y en ácidos grasos monoinsaturados (como el ácido oleico), hace de esta delicatessen un plato sanísimo. Se puede cocinar a la bilbaína, acompañada de salsa con pimientos choriceros, cortada a tiras o a dados, cocinarse a la parrilla... También se puede aprovechar para darle más sabor a un cocido de legumbres; solo tendrás que cocinarla lentamente para que la oreja vaya soltando toda su gelatina.

La cabeza de cerdo ecológico tiene papada, morro, sesos… en definitiva todo lo que puedes necesitar para preparar un buen guiso. Esta parte del cerdo, considerada carne blanca por su bajo contenido en músculo, es ideal para cocinar a fuego lento, ya que sus partes cartilaginosas aportarán suavidad, sabor y textura a cualquier guiso.

Nuestros elaborados sin conservantes, sin aditivos, ni colorantes

La longaniza es un embutido tradicional elaborado con carne de cerdo y especias. Es una de las preparaciones más habituales en las tradicionales matanzas (matacías en los pueblos del Alto Aragón). En el Pirineo Aragonés destaca la longaniza como uno de los platos tradicionales más arraigados. No en vano en Graus, una de las localidades oscenses donde se produce este embutido con un sabor y una calidad destacable, se celebra anualmente el Día de la Longaniza de Graus.

En Carnísima elaboramos nuestras longanizas sin ningún tipo de conservante, sin colorantes, ni aditivos, hechas solo a base de carne de cerdo eco obtenida de jamones y paletas, sal y pimienta. Te aconsejamos sacarlas del envase una media hora antes de cocinarlas, para orearlas bien. La brasa de leña aportará a la longaniza un sabor inconfundible, pero también estará deliciosa asada o frita. ¿Quién puede resistirse a unos buenos huevos fritos con longaniza?

En nuestra tienda encontrarás también deliciosas salchichas de cerdo ecológico, preparadas con la carne roja de los jamones del cerdo a la que se añade sal, pimienta y citrato sódico y ácido ascórbico como únicos antioxidantes para mejorar su conservación. Ideales para comer en familia, ¡los niños disfrutarán de lo lindo! Pueden ser un plato principal acompañadas de verduras a la brasa, o usarse para enriquecer pastas o guisos, ya que la grasa que contienen se irá deshaciendo lentamente aportando sabor y textura a cualquier receta.

Cerdos ecológicos

Ya ves que en Carnísima puedes encontrar una gran variedad de cortes de cerdo ecológico, adecuados a cada una de las preparaciones que desees y con la garantía de la carne ecológica certificada.

Nuestros ganaderos están comprometidos con la salud, la seguridad alimentaria, el medio ambiente y el bienestar de los animales. Cuidan el proceso de cría en todas las fases y de acuerdo con la exigente normativa de producción de carne ecológica. Sus animales han recibido una alimentación equilibrada y ecológica, viven en semi libertad con espacio suficiente para moverse libremente y crecen al ritmo que impone la naturaleza. No necesitan tratamientos médicos ni antibióticos preventivos, ni piensos medicalizados ni hormonas para engordar rápido. Y el resultado es una carne buenísima.

¿Estás preparado? ¡Puedes realizar tu pedido ahora mismo! En pocas horas pondremos la carne más sabrosa y saludable para ti y tu familia en tu mesa.

Entradas recientes