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Pechuga de pavo eco

€23,95

Disponibilidad:
Sin stock
Te presentamos un paquete de pechuga de pavo ecológica envasada al vacío, entera o fileteada. Puedes seleccionar el CORTE en la pestaña desplegable. En la pestaña PESO puedes seleccionar si deseas un...

Bajo petición

Te presentamos un paquete de pechuga de pavo ecológica envasada al vacío, entera o fileteada. Puedes seleccionar el CORTE en la pestaña desplegable.

En la pestaña PESO puedes seleccionar si deseas un paquete de 500 g o de 1 kg.

Nuestro proveedor nos sirve el pavo eco los miércoles; por ello, ten en cuenta que muy probablemente tu pedido llegará el jueves. Si está agotada, puedes reservarla con una semana de antelación escribiendo un correo a hola@carnisima.com y la encargaremos bajo petición.

La pechuga de pavo es carne blanca y magra. Ligera, digerible, saciante, fácil de cocinar, es ideal para confeccionar sabrosos y equilibrados menús diarios pero también gourmet para preparar una cena memorable.

La pechuga entera cortada en cubos puede acompañarse con un salteado de verduras al wok de lo más saludable o formar una brocheta.  Si cocinas estas brochetas a la parrilla les tendrás que dar unos 15 minutos de cocción.

También se puede rellenar con queso camembert y manzana, por ejemplo, y hornear. La puedes marinar durante unas dos horas con aceite de oliva, zumo de limón, tomillo y otras hierbas, salsa de soja, miel, ajo, especias etc.  El objetivo de la marinada es proteger la carne de la oxidación y hacerla más sabrosa.  Al cocinarla, la carne quedará aún más blanda, pero hay que tener cuidado y retirar el aceite con papel absorbente para mantener las virtudes dietéticas del pavo.

Si quieres cocinarlo en tu barbacoa, lo mejor es hacerlo en papillote, sobre todo si la pechuga está marinada. Esta técnica te permitirá retener todo su sabor evitando que se reseque.

Si quieres una preparación rápida opta por hacer los filetes a la plancha: no los cocines a fuego alto, sobre todo si los preparas con poca o nada de grasa, porque la carne inevitablemente se endurecerá y se secará. Pon un poco de AOVE en la plancha y dos o tres minutos como máximo por cada lado serán más que suficientes. Para agregar un poco de jugosidad, puedes desglasar la sartén con jugo de limón. Este cítrico va muy bien con la carne de pavo. También puede desglasar la sartén con un chorrito de vinagre balsámico o vinagre de Jerez, lo que le dará un interesante toque dulce. Tendrá más sabor si se sala al final de la cocción.

Para que quede tierna y esponjosa, la carne de pavo necesita una cocción corta y suave. El secreto es respetar esta regla y evitar una cocción excesiva. Una vez cocida la pieza no la dejes reposar demasiado tiempo, sírvela de inmediato.

Te aconsejamos sacar la pechuga 20 minutos antes de cocinarla. En el frigorífico, en la parte más fría, se conservará 5-6 días, y más de 4 meses en el congelador. Para descongelar la carne de pavo, te aconsejamos colocarla  en el refrigerador, un método seguro pero lento que debe planificarse con anticipación.

Desde punto de vista nutricional debes saber que consumida regularmente, es decir, una o dos veces por semana, la carne de pavo puede jugar un papel decisivo en el buen funcionamiento del organismo. Nutricionistas y dietistas de todo el mundo la consideran entre las mejores opciones para llevar una alimentación saludable, ya que es una excelente fuente de proteínas y vitaminas con poca grasa.

Las proteínas son los componentes básicos de nuestras células y de todos los tejidos vivos. Las del pavo tienen un alto valor biológico, con una alta densidad proteica: d = 17 (esto representa la cantidad de proteínas en gramos por cada 100 Kilocalorías). Por lo tanto, la carne de pavo aporta mucha proteína por pocas calorías. Sus proteínas también están formadas por aminoácidos esenciales (aquellos que el cuerpo no puede producir por sí solo).

Campeón de todas las categorías, la pechuga de pavo es naturalmente ligera en grasa con un contenido de solo 1,6 g por 100 g, lo que la convierte en la más magra de todas las carnes y aves. Con más del 60% de ácidos grasos insaturados o “grasas buenas”, tiene una composición lipídica similar a ciertos aceites vegetales. Además, contiene un 23% de ácido linoleico, importante en la prevención de accidentes cardiovasculares.

Tiene un contenido muy alto de antioxidantes que ayudan a prevenir la aterosclerosis (vitaminas C, E y Selenio), es un concentrado de oligoelementos y minerales como el hierro, una fuente de potasio, fósforo y magnesio y es baja en sal. Además contiene mucha vitamina B, importante para la renovación de células, como las de la piel y el cabello.

¡Con el pavo, la salud está en el plato!


Información nutricional por 100 g

  • Valor energético 100 kcal
  • Grasa 1,6 g de las cuales saturadas 0,8 g
  • Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
  • Proteínas 21 g
  • Sal 0 g

Conservar a 4º C

Cocinar antes de consumir

Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.

Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.

Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.

Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.

Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.

No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.