Te presentamos una caja con 150 g de ligeras y deliciosas tostadas crujientes de trigo sarraceno eco, sin gluten.
Para cuidarte te lo ponemos fácil con estas tostadas, que unen la calidad nutricional de los productos naturales y el placer. Su receta simple y sin florituras, con solo 3 ingredientes, y sal y azúcar en una dosis sumamente ajustada, las convierte en un bocado equilibrado, ligero y fácil de digerir. Es una buena fuente de fibra, presenta un alto contenido en magnesio, hierro y proteínas.
En esta sencilla receta se valorizan las excepcionales virtudes del grano de trigo sarraceno, naturalmente sin gluten, sublimadas por su deliciosa textura crujiente, un poco de azúcar de caña integral y una pizca de la mejor sal marina de la Camarga.
Pueden reemplazar el pan en cualquier momento del día.
El gluten es una proteína naturalmente presente en ciertos cereales como el trigo. En los últimos años la creación de cereales híbridos y la utilización de gluten como aditivo en numerosos productos, ha aumentado considerablemente la tasa de gluten en nuestra alimentación. Y hoy hay muchísimas personas que deben excluirlo de su dieta por razones de salud. Esta tostada está fabricada en obradores dedicados exclusivamente a la elaboración de productos sin gluten para garantizar la seguridad de todos los consumidores sensibles, intolerantes o alérgicos.
Conservar en un lugar seco y resguardado de la luz.
Ingredientes:
- Harina de trigo sarraceno eco 97,6 %
- Azúcar de caña integral ecológica y de comercio justo <2%
- Sal marina ecológica de las salinas de la Camarga.
Valor nutricional por 100 g:
- Valor energético 1643kj / 388kcal
- Grasas 2,8 g, de las cuales saturadas 0,6 g
- Hidratos de carbono 74,8 g de los cuales azúcares 2,6 g
- Sal 0.680 g
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.