Te presentamos una caja con 20 sobrecitos de infusión a base de Rooibos de producción ecológica, delicioso y sin teína.
El Rooibos es una infusión sin teína originaria de Sudáfrica que se obtiene de las hojas de Aspalathus linearis , un arbusto de la región.
Tiene un sabor suave y dulce , con notas terrosas y ligeramente afrutadas y un aroma reconfortante y acogedor.
Una de las principales características del Rooibos es que no contiene teína, lo que lo convierte en una excelente alternativa al té y al café para aquellos que desean reducir su consumo de cafeína o que prefieren evitarla por completo.
El Rooibos es rico en antioxidantes , como los flavonoides y los polifenoles, que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo y proteger las células del daño causado por los radicales libres. Estos antioxidantes contribuyen a promover la salud cardiovascular y fortalecer el sistema inmunológico.
Se ha demostrado que el Rooibos tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas de afecciones como la artritis y otras enfermedades inflamatorias.
Además, el Rooibos tiene un efecto relajante y reconfortante en el cuerpo así que es muy adecuado tomarlo antes de acostarse o en momentos de estrés y ansiedad.
Su bajo contenido de taninos lo hace suave para el estómago , por lo que es apto para casi todas las personas, incluso aquellas con sensibilidades digestivas.
Ya ves que el Rooibos ecológico es una infusión deliciosa, saludable y sin teína, con un sabor suave y afrutado, rica en antioxidantes y con propiedades antiinflamatorias.
Es una opción excelente para disfrutar en cualquier momento del día y para incorporar en cuaalquier dieta equilibrada y saludable.
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.