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Carne de pasto

En Carnísima apostamos desde el primer día por las granjas ecológicas y las que alimentan a sus animales con productos naturales, como se había hecho toda la vida. Y es que el organismo animal está preparado para comer los alimentos que encuentra en la naturaleza. Esto es bien patente en el caso de los rumiantes (vacas y corderos).

Los mamíferos herbívoros de la familia rumiante disponen de un sistema digestivo muy especializado para digerir y sacar todo el provecho del forraje que consumen. Tienen 4 divisiones en lo que corresponde a nuestro estómago. El primero es el más especial de todos: el rumen. Allí se localizan las bacterias que fermentan la hierba que comen las reses todo el día. Estas bacterias son capaces de digerir la celulosa, y no tanto el almidón. El rumen tiene un pH de 7 en condiciones normales en las que se llena de plantas herbáceas, y en este nivel de pH las bacterias producen el doble o triple de vitaminas, y muchos más ácidos grasos omega-3 sin aumentar la cantidad de omega-6, que si el pH baja.

Si las reses basan su alimentación en el cereal, éste no contiene tanta celulosa y sí mucho almidón. En estas condiciones, el pH de su rumen puede bajar hasta un valor de 4, y con este nivel de acidez las bacterias fermentadoras de celulosa no prosperan. Las que crecen son otro tipo de bacterias que fermentan el cereal y digieren el almidón, pero entonces producen mucho menos omega-3, y disminuye igualmente la proporción de vitaminas.

Los animales herbívoros consiguen una composición organoléptica en su carne muy distinta según su alimentación: si se les da pienso basado en cereales, los nutrientes que pasan a sus músculos que se convierten en la carne que comemos son mucho menores. Los rumiantes alimentados a base de pasto y forraje producen finalmente una carne con un sabor, textura, aroma y color en general más intensos que los animales que comen básicamente cereal.

Vitaminas

La cantidad de vitaminas que contiene la carne de reses que viven y se alimentan pastando es muy superior a la de las reses que viven estabuladas y comen pienso o cereal. El ejercicio y el contacto directo del sol promueven la formación de vitamina D en estas reses, que se acumula en sus músculos y por tanto se mantiene en la carne obtenida tras su sacrificio.

Incluso las gallinas que disponen de espacio para pasear y gozan de una alimentación natural pueden llegar a poner huevos con 6 veces más de vitamina D que los huevos de gallinas ponedoras enjauladas.

Y la vitamina D tiene funciones importantes en el organismo: es esencial para el mantenimiento de los huesos y para el funcionamiento del sistema inmunitario, protegiendo el cuerpo de virus y bacterias. Aunque es una sustancia que el cuerpo puede sintetizar, se necesita de luz solar para convertir un derivado del colesterol a vitamina D3 en la piel. Con la modernización de la sociedad, la contaminación de las ciudades y un sistema de vida que nos tiene bajo techo durante la mayor parte del tiempo, nuestra exposición a la luz solar directa ha disminuido mucho en los últimos años. En general, la mayoría de la gente tiene deficiencia de vitamina D en el organismo. Por eso es mejor que ingieras esta sustancia con la comida.

El beta-caroteno es otro de los nutrientes esenciales que se encuentran en frutas y verduras, especialmente las que tienen colores amarillos y naranjas, como la zanahoria. Los animales que se alimentan de forrajes y pastos también consiguen más proporción de beta-caroteno, que se asimila en su organismo y luego llega a nosotros formando parte de su carne. El beta-caroteno es una sustancia que en el cuerpo humano se transforma en vitamina A, la cual es imprescindible para el buen funcionamiento de la retina, además de mejorar el sistema inmunológico. Los animales que comen pasto pueden llegar a acumular hasta 7 veces más beta-caroteno en su grasa corporal que los animales alimentados con cereales o piensos.

Otra de las vitaminas que se encuentran en la carne es la vitamina E. Tiene funciones antioxidantes, lo que protege contra el envejecimiento de las células, contra enfermedades crónicas e incluso contra el cáncer. Esta vitamina se encuentra en unos niveles hasta 4 veces más elevados en la carne de pasto que en las carnes industriales de animales que comen cereal o pienso.

Grasa

Los paseos para conseguir el alimento que deben hacer los animales que pastan les hacen tener menos grasa acumulada. La alimentación a base de forraje también les permite que no engorden tanto ni tan deprisa como las reses de granjas industriales, con lo que acumulan menos grasa y ésta es de mejor calidad.

La grasa tiene unas 10 kcal por gramo, más del doble que las calorías que se obtienen de los carbohidratos o las proteínas. Esta carne de pasto tan magra es ideal para mantener una dieta equilibrada, e incluso para las dietas de adelgazamiento.

Pero no solo esto: la grasa que tiene la carne de pasto es de mejor calidad que la de carne de ganaderías industriales. Ya sabemos que el colesterol y los ácidos grasos son importantes para nuestra salud cardiovascular, y que la carne es una de las fuentes más importantes de estas sustancias en la alimentación. Para cuidar nuestro sistema circulatorio, debemos mantener la ingesta de colesterol a unos niveles bajos, y la proporción de ácidos grasos omega-6 y omega-3 por debajo de 5:1. Si nuestra ingesta de ácidos grasos omega-6 es muy alta respecto a la de omega-3, se desequilibra la regulación de los niveles de LDL y de triglicéridos en la sangre, lo que puede provocar trombos, aterosclerosis o incluso ictus, embolias y ataques al corazón.

Está demostrado en varios estudios que la grasa de la carne de pasto tiene unos niveles más bajos de colesterol, y la proporción de omega-6 / omega-3 es más cercana al 4:1 que en las carnes que provienen de granjas que alimentan sus reses con piensos y cereales para su engorde rápido.

Así que, consumiendo carne de pasto consigues una menor ingesta de grasa en global, y con una menor proporción de colesterol y con niveles de omega-3 y omega-6 mucho más saludables.

Grass Fed en Carnísima

En Carnísima vendemos muchos tipos de carne, siempre buscando los mejores productos para la salud, y de granjas que cuiden a sus animales y les den la alimentación más natural posible. Nuestros productos estrella de carne de pasto son la ternera ecológica Grass Fed y la ternera Eco Grass Fed Lechal.

La ternera Eco Grass Fed es una carne obtenida de terneras de la granja “Angus del desierto”. Esta ganadería cría reses de una mezcla de razas, de padres Angus y madres de raza Asturiana de Montaña. La raza Angus es especialmente robusta, muy apreciada por la calidad de su carne y muy adaptada a todo tipo de terreno y clima. La Asturiana de Montaña es una raza de vacas autóctona del norte de España, perfecta para la reproducción y con una gran adaptación a los climas fríos de la zona. 

Esta granja alimenta sus reses exclusivamente con pastos ecológicos, y sus dueños llevan a la práctica sistemas para regenerar el medio ambiente y aprovechar los recursos naturales sin dañarlos, fomentando la biodiversidad y la mejora del suelo. Sus rebaños disponen de agua fresca en sus fincas de Alcalá de Ebro, y tienen acceso a sombras donde descansar y rumiar. 

Los terneros se alimentan de leche materna y luego de pastos ecológicos, hasta su sacrificio a los dos años. La carne de estos novillos es tierna y con una buena infiltración de grasa que les aporta jugosidad y sabor tras la cocción. Al ser carne ecológica (tiene la certificación Ecológica por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica) contiene una proporción de ácidos grasos omega-3 y omega-6 que se acerca al 5:1, muy saludable. También tiene altos contenidos de hierro, vitamina B12 y otros factores que favorecen la salud del consumidor. Además, ¡está buenísima! 

La carne que catalogamos como Eco Grass Fed Lechal proviene de la granja de Reyes Buil, una emprendedora que ha innovado tanto en su granja que sus reses llevan GPS para poder vigilar sus movimientos y su estado de salud, aunque estén lejos de la granja. Además, garantiza que sus terneras han comido exclusivamente hierba y forraje, de ahí su nombre Grass Fed (alimentadas con hierba, en inglés). Su granja cumple con la normativa y ha sido certificada como explotación Ecológica por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.

Las terneras de esta granja se alimentan de leche materna y aunque empiezan a tomar hierba hacia los ocho meses, como no se les separa de sus madres, pueden seguir tomándola. Esta es nuestra Grass Fed Lechal ecológica. La carne que se obtiene es más blanca que la ternera de un novillo, con menos grasa y mucho más tierna al paladar, con unas propiedades organolépticas excepcionales y unos valores nutricionales mejores para la salud que cualquier ternera de granja intensiva.

En cualquiera de los dos casos, la carne obtenida es deliciosa, tierna y sanísima.


Puedes elegir entre filetes de llata, espaldilla, aguja, contratapa, cadera, babilla o incluso solomillo. El entrecot, el churrasco y el chuletón de ternera Eco Grass Fed sorprenden por su sabor y terneza en una buena barbacoa. Además, notarás que la carne picada, las salchichas y las hamburguesas de esta carne que vendemos en Carnísima son inigualables, no sueltan casi agua y son muy sabrosas. Puedes decidirte por un osobuco, esa parte de la pierna de la ternera que, cortada transversalmente, tiene un hueso grande en el centro que aporta sabor y una textura gelatinosa al guiso, ya que va soltando el colágeno poco a poco al cocinarse.

También puedes degustar esas partes que quizás aún no has descubierto de la ternera. Para contribuir a la sostenibilidad del planeta, de cada canal lo aprovechamos todo. Por eso te ofrecemos el rabo, la carrillera, la lengua, el corazón y el hígado de la ternera, que pueden convertirse en un plato sorprendente y novedoso, muy sano y con un sabor distinto.

Puedes hacer un buen estofado con los cortes para guiso que te ofrecemos, o añadir algún trozo de los huesos de rodilla al caldo para que aporte su sabor distintivo y una textura más espesa gracias al cartílago que les rodea y que se deshace durante la cocción.

Si tienes invitados y les quieres sorprender con una tapa distinta, prueba a cocinar nuestros huesos de tuétano de ternera Eco Grass Fed. Tras un remojo de 45 minutos, se cocinan en el horno a 175º durante unos 20 minutos, y el tuétano que contienen se usa como un paté sobre tostadas. En el tuétano de todos los huesos de los vertebrados se crean los glóbulos blancos, el mayor sistema defensivo del organismo. Por eso, comer el tuétano de las terneras Eco Grass Fed ayuda a mejorar tu sistema inmunitario.

Descubre todos los productos que tenemos en Carnísima que provienen de nuestras terneras ecológicas Grass Fed, alimentadas 100% con pasto ecológico, y en cada uno de ellos te contamos algunas formas de prepararlos para obtener todo su potencial sabor y terneza. Comprando en Carnísima, contribuyes a la cría sostenible y respetuosa con los animales de terneras que viven felices, y de las que se aprovecha todo.

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