Delicias de Bellota: Carne de buey de excelencia
En la Sierra de Guara y el corazón de la dehesa
se encuentra la cuna de nuestro excepcional Buey de Bellota. Criados en libertad, los bueyes de raza morucha y berrenda son el resultado de una cuidadosa selección genética de varias generaciones, para dar lugar a ejemplares con una conformación excepcional.
Nuestros bueyes, castrados y de cinco años de edad, experimentan un proceso de transformación que eleva las características organolépticas de su carne. La castración influye directamente en el desarrollo muscular y en la velocidad de crecimiento, mucho más lenta que en los animales enteros y un comportamiento más manso y sosegado. El resultado en una carne de una terneza excepcional.
La magia no existe: es ciencia.
La calidad de esta carne es la consecuencia directa del bienestar con el que se crían estos animales, entre extensas áreas de pastizales naturales, bosques, dehesas de encinas y arroyos cristalinos. La crianza en la dehesa y en los montes de Guara sigue un sistema de pastoreo extensivo, donde el ganado tiene acceso libre a grandes extensiones de terreno para alimentarse de forma completamente natural.
Esta alimentación viene determinada por el paso de las estaciones: primaveras, rastrojadas, otoñadas y montaneras, complementada esporádicamente con cereales y leguminosas.
Durante al menos cuatro campañas de montanera, nuestros bueyes se nutren exclusivamente de bellotas. Este ciclo prolongado garantiza una infiltración grasa comparable a la del cerdo ibérico, pero con la singularidad de que nuestros bueyes han absorbido el ácido graso de la bellota cuatro veces más tiempo.
Una carne de sabor único
El resultado es una carne jugosa con una textura única, una infiltración de grasa extraordinaria y un sabor distintivo que perdura en el paladar.
Carne que te alimenta
El buey de bellota puede introducirse como parte de una dieta equilibrada y variada, a la que puede aportar destacados beneficios nutricionales.
Es rica en nutrientes esenciales como proteínas de alta calidad y proporciona los aminoácidos esenciales necesarios para la salud y el desarrollo (31 g por cada porción de 100 g).
También proporciona Vitaminas del complejo B, como la B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina). Todas ellas están muy presentes en esta carne y contribuyen a varias funciones corporales, incluyendo el metabolismo energético y la formación de glóbulos rojos.
La alimentación basada en bellotas enriquece la carne con ácidos grasos saludables monoinsaturados, especialmente ácido oleico (palmítico, esteárico y linoleico), también presente en el aceite de oliva, y de ácidos grasos Omega 3, asociados con beneficios para la salud cardiovascular y con la mejora de la función cerebral. La alimentación a base de bellota tiende a producir carne con niveles más bajos de grasas saturadas en comparación con animales alimentados de manera convencional.
La bellota contiene antioxidantes naturales como vitamina E y polifenoles, que pueden tener propiedades beneficiosas para la salud y ayudar a proteger las células del daño oxidativo.
También es una fuente significativa de minerales de alta biodisponibilidad, lo que significa que son más fácilmente absorbidos por el cuerpo. Posee hierro hemo, una forma altamente absorbible de hierro, esencial para la formación de hemoglobina, que transporta oxígeno en la sangre.
Es rica en zinc, un mineral esencial para el sistema inmunológico, la síntesis de proteínas y la salud de la piel.
El fósforo es vital para la formación y mantenimiento de huesos y dientes. También desempeña un papel crucial en la función renal, la producción de energía y la regulación del pH.
El magnesio es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo.
El selenio es un antioxidante que juega un papel importante en la salud del sistema inmunológico y la función tiroidea.
Aquellos que siguen una dieta hipocalórica deberían consumir la carne de buey de bellota con moderación, pues es algo más rica en grasas. Pero quienes no quieran privarse del placer de probarla pueden seleccionar cortes magros como el Bistec y equilibrar así su dieta.
Unos consejos para acertar en la cocina
La calidad de la carne de buey de bellota a menudo se aprecia mejor con preparaciones sencillas. Asar a la parrilla o a la plancha son métodos que permiten resaltar el sabor natural de la carne.
Saca la carne del refrigerador y déjala atemperar a temperatura ambiente durante aproximadamente 30 minutos antes de cocinar. Esto ayuda a que la carne se cocine de manera más uniforme.
Dado que la carne de buey de bellota tiene un sabor distintivo, a menudo se beneficia de un sazonado simple con sal y pimienta.
Para preservar la jugosidad y terneza, cocina la carne al punto o al punto menos. Evitar la sobre cocción es crucial para mantener la calidad del producto.
Permite que la carne repose después de cocinar para que los jugos se redistribuyan. Cortar la carne inmediatamente después de cocinar puede hacer que buena parte de estos jugos se pierda.
Tómate el tiempo para disfrutar de cada bocado. La carne de calidad, como la del buey de bellota, proporciona una experiencia sensorial única con su textura jugosa y su sabor único.
Acompaña la carne con guarniciones que complementen su sabor sin abrumar. Vegetales asados, patatas al horno o una ensalada fresca son buenas opciones
Disfruta de una experiencia gastronómica única con esta carne auténtica, nutritiva, saludable y exclusiva.