Presa de cerdo
Uno de los cortes de carne de cerdo que más se nombra recientemente es la presa de cerdo.
En algunos lugares, se llama presa a lo que en otros sitios se llama bola de cerdo, que corresponde a la punta de la aguja.
Pero en general, se denomina presa a la pieza que se obtiene de la zona superior de la pata delantera del cerdo, es decir, lo que correspondería con nuestro hombro. En cada cerdo hay dos presas, y cada una puede pesar unos 500 gramos.
Características nutricionales de la presa de cerdo
La presa destaca por su infiltración de grasa, que le aporta un aspecto marmóreo muy característico y un gran sabor. Pero por ese mismo motivo debemos consumir este corte con moderación, especialmente si queremos adelgazar o controlar el colesterol.
Sin embargo, si esta carne se obtiene de cerdos criados en libertad y con alimentación natural y ecológica, como los que encuentras en Carnísima, puede ofrecer muchos beneficios para la salud. Los cerdos 100% ecológicos disfrutan de unas condiciones de vida saludables, respetuosas con su crecimiento natural, y comen alimentos ecológicos desde su destete. En consecuencia, su balance nutricional es muy adecuado, con buenos niveles de minerales, vitaminas y proteínas. Y la grasa, que en el corte de la presa es más abundante que en otros cortes, tiene unas proporciones de colesterol y ácidos grasos tipo omega-3 y omega-6 que favorecen un buen control de los niveles de colesterol en el consumidor.
Al contener más grasa infiltrada que otras piezas del cerdo, esta carne es muy jugosa, tierna y sabrosa. Por eso se ha convertido en un corte que va ganando incondicionales cada día. Además, permite numerosas preparaciones para resaltar todo su sabor, y esa terneza y textura tan especiales.
Recetas con presa de cerdo
Lo más sencillo es cocinar la pieza cortada a filetes no muy gruesos en una sartén para sellarla y que quede jugosa. Con esta simple cocción la presa se puede acompañar de una salsa al whisky, con patatas o verduras al vapor, o con una salsa de Pedro Ximénez.
También se puede asar la pieza entera en el horno, para filetearla luego, y acompañarla de “patatas a lo pobre”, patatas panadera o incluso un arroz. Evidentemente, es un corte que igualmente permite un asado a la parrilla, tanto entero como fileteado. Ten cuidado para que la grasa que se derrite y cae sobre la brasa no se encienda y acabe chamuscando tu carne. Y se puede filetear o cortar a tiras y freírlo en la sartén, y añadirle una sabrosa salsa de mostaza, por ejemplo. En cualquier caso, esta pieza resulta más sabrosa, tierna y jugosa si se cuece durante poco tiempo. Si se asa demasiado pierde mucha de su jugosidad, y debido a las fibras que contiene, puede resultar incluso difícil de masticar.
Como veis, la presa de cerdo ecológico es un corte muy versátil que en cualquiera de sus preparaciones resulta sabroso, jugoso. Si quieres poner en tu mesa carne ecológica y de calidad certificada, procedente de cerdos criados en libertad y que han recibido una alimentación ecológica y natural, no lo dudes: compra en Carnísima, sabes lo que compras y lo que comes.