Te presentamos una cuña de queso Brie de producción ecológica de unos 390 g. elaborado de manera artesanal, con leche del ordeño diario de sus vacas y certificado ecológico. El queso Brie de la marca Bastiaansen se elabora en su fábrica de Molenschot, en la provincia de Brabante, Países Bajos. Esta marca se distingue por su compromiso con la producción de quesos ecológicos, utilizando únicamente los mejores ingredientes sin colorantes, potenciadores del sabor, conservantes ni otras adiciones artificiales. Además, Bastiaansen permite que sus quesos maduren de manera natural para desarrollar un sabor pleno y auténtico.
El resultado es un queso de alta calidad, de producción limitada y cuyo sabor cambia con la estación, pues ofrecerá los diversos matices aportados por la alimentación de las vacas en cada época del año.
La leche se pasteuriza para garantizar la seguridad alimentaria y luego se le añaden fermentos lácticos y cuajo para iniciar la coagulación. Una vez que la leche ha coagulado, se corta la cuajada en pequeños trozos para facilitar la separación del suero. La cuajada se coloca en moldes y se deja drenar durante aproximadamente 18 horas. Después, se sala el queso y se inocula con cultivos de moho Penicillium candidum, responsables de desarrollar la característica corteza blanca y comestible del Brie. Finalmente, el queso se traslada a cámaras de maduración donde permanece varias semanas (30 días), permitiendo que desarrolle su textura cremosa y sabor distintivo. Resulta más suave que sus ilustres primos protegidos por las denominaciones de origen Brie de Meaux y Brie de Melun.
El resultado es un extraordinario queso de pasta blanda, suave, con corteza florida (cubierto de una fina capa de moho blanco resultado de haber sido rociado con penicilium). Esta corteza está moteada de marrón y veteada por los juncos que componen la estera sobre la que ha escurrido el queso, signo inequívoco de su producción artesanal y su calidad.
Tiene una cremosidad característica (60% de materia grasa final), una textura suave y un sabor sutil y delicioso, tierno y afrutado. Por eso va genial como postre. Puedes disfrutarlo con pan de nueces o empanado y frito con ensalada de rúcula. Para acompañarlo va muy bien tanto con un buen tinto como con un blanco generoso.
Mantenlo fresco en su embalaje original o en una campana sobre tabla de madera. Recuerda que en tu casa este queso seguirá madurando. Si se deja madurar hasta el corazón, su pasta cremosa y su fina corteza blanca son sumamente sabrosas.
No olvides sacarlo de la nevera al menos dos horas antes de comerlo.
Desde el punto de vista nutricional, es un queso muy graso, por lo que debes consumirlo con moderación si tienes problemas de peso o colesterol. Pero una pequeña porción de vez en cuando no hace daño a nadie, al contrario... El Brie aporta minerales, vitaminas, oligoelementos, omega 3 y 6, proteínas de origen animal de excelente calidad y una buena cantidad de calcio y de fósforo. También es rico en potasio y magnesio, dos minerales esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso y especialmente del músculo. Así que con moderación, este queso es un buen aliado para momentos de esfuerzo, cuando más necesitas energía.
Ingredientes:
- Leche de vaca pasteurizada producción ecológica (98,6 %)
- Sal (1,2 %)
- Cuajo
- Fermentos lácticos
Valores nutricionales por 100 g
- Valor energético: 350 Kcal. 1464 Kj
- Proteínas: 13.9 g
- Hidratos de carbono: 0 g
- Grasas: 33.2 g de las cuales saturadas 21.2 g.
- Sal 1,2 g
No contiene OMG
Contienen leche y lactosa
Conservar entre 2 y 7 º C
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.