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Hígado de Pollo Eco 300 g

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Sin stock
Te presentamos 300 gramos aproximadamente de hígado de pollo ecológico envasados al vacío. Hace unas décadas el hígado era un alimento muy común en la infancia, las embarazadas y en...

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Te presentamos 300 gramos aproximadamente de hígado de pollo ecológico envasados al vacío.

Hace unas décadas el hígado era un alimento muy común en la infancia, las embarazadas y en general, cuando se necesitaba altos aportes de proteínas. Sin embargo, hoy no es muy apreciado porque se trata de una víscera roja, filtro de las toxinas que ingiere el pollo. Por eso si vas a alimentarte con hígado te aconsejamos que sea con hígado de pollo ecológico. Nuestros Pollos del Cinca son aves de corral ecológicas que disfrutan de la mejor vida posible, sin estrés, con una alimentación 100% ecológica y en espacios abiertos al aire libre. Por eso su carne está llena de sabor y completamente libre de tóxicos.

Al pensar en hígado enseguida nos vienen a la mente un delicioso paté, una terrina o una mousse . Pero los hígados dan para mucho más ya que son increíblemente versátiles y sabrosos, si se cocinan correctamente.

Recuerda que tienen un tiempo de cocción muy corto: dos o tres minutos por cada lado son suficientes. Deben quedar tostados por fuera y todavía rosados por dentro. Hay que ir removiéndolos y en cuanto estén listos hay que retirarlos rápidamente del fuego. Si lo cocinas en exceso el resultado será poco apetitoso, gris y perderá toda su carnosidad.

¿Por qué no freírlos en sartén con unas chalotas? Puedes desglasarlo con vinagre de sidra de manzana o vinagre balsámico. Sírvelos acompañados con pan crujiente y una ensalada para refrescar el plato y tendrás un sabroso aperitivo listo en pocos minutos.

También puedes dejarlos reposar en una marinada antes de cocinarlos. A la parrilla, se sirve en brochetas con verduras o en rodajas al estilo libanés, con cilantro fresco, miel y limón.

El hígado de pollo destaca por su aporte en proteínas, vitamina B12 , vitamina A y ácido fólico. Tiene un alto contenido de minerales como el calcio (18 mg), el potasio (218 mg), el magnesio (13 mg) y el fósforo (240 mg) y tiene tanto hierro que está especialmente recomendado para personas con anemia ferropénica (8,9 miligramos de hierro). Un elevado contenido en colesterol sin embargo, desaconseja su consumo en personas con niveles elevados de colesterol en sangre.

Valores nutricionales por 100 g

  • Valor enérgético 136 Kcal.
  • Grasas 4,8 g de las cuales saturadas 1,56 g
  • Poteínas 22 g
  • Hidratos de Carbono 0,7 g de los cuales azúcar 0 g
  • Sal 71 mg

Conservar a < 8ºC
Cocinar antes de su consumo
Peso aproximado 300 g

Puede ser suministrado congelado, dado que su vida útil es muy corta. En ese caso se lo haremos saber.

Si sigues una dieta libre de soja, puedes indicárnoslo en el apartado Instrucciones especiales para el vendedor. Seleccionaremos para ti pollos criados exclusivamente con maíz, trigo, cebada y avena.

En este enlace encontrarás toda la información acerca de la crianza y alimentación de nuestros pollos ecológicos.

Nuestro pollo ecológico cuenta con el certificado Halal, un documento emitido por el Instituto Halal que certifica cumplen con lo que establece la Ley Islámica para su consumo y que garantiza la trazabilidad completa de la cadena alimentaria, desde la granja hasta el plato. Puedes encontrar el documento en este enlace.

Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.

Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.

Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.

Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.

Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.

No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.

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