Te presentamos 500 gramos de chuletas de cerdo ecológico envasadas al vacío.
Las chuletas de cerdo resultan tremendamente versátiles y existen mil formas deliciosas de prepararlas. A los niños les encantan empanadas. Asadas a la barbacoa y acompañadas de una buena salsa, puré de manzanas y ciruelas son un éxito asegurado. Y con salsa de miel y cayena serán el plato estrella de un original menú para ocasiones especiales. Consulta las recetas de nuestro blog.
Las chuletas de cerdo tienen una cantidad reducida de grasa, por lo que su contenido calórico es muy inferior al de otras piezas del canal. Además, la grasa está localizada en la parte exterior y es muy fácil eliminarla si no se desea consumirla. En cualquier caso, la grasa del cerdo ecológico resulta saludable por su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados que contribuyen a controlar el colesterol.
La carne tiene un alto contenido en proteínas y vitaminas del grupo B, además de minerales como el zinc, básicos para el buen funcionamiento del organismo.
Ofrecer condiciones naturales a los animales es la garantía de un crecimiento saludable, que hace innecesarios el uso de medicamentos de síntesis química y aditivos. Por eso no hay residuos nocivos en nuestra carne ecológica.
Su sabor, consistencia, color y olor tienen poco que ver con la de cerdo industrial. Muy tierna, tiene un nivel de grasa moderado, pero con muy buena infiltración, lo que la hace especialmente sabrosa.
Conservar a ≤ 8º C
Cocinar antes de su consumo
Peso neto aproximado: 500 g
Información nutricional por 100 g
- Valor energético 203 kcal ·849 kj
- Grasa 13,7 g de las cuales saturadas 6,54 g
- Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
- Proteínas 19,1 g
- Sal 0 g
Si quieres saber todo sobre la crianza de nuestros cerdos Eco pincha en este enlace Masía Tero.
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.