Te presentamos un paquete de 1 kilo de chuletas de pierna de cordero premium envasadas al vacío.
Obtenemos las chuletas de la pierna de nuestros ternascos, como en Aragón llamamos a los corderos de 3 meses, unos 10-12 k de peso y que se ha alimentado con leche materna y cereales naturales y pasto. Es una carne tierna, de sabor equilibrado e intenso e inconfundiblemente sabrosa para quien ya la ha probado.
La pierna de cordero es la pata trasera del cordero. Tiene más cantidad de carne que la paletilla y esta es más compacta. Loncheamos la pierna para obtener estas chuletitas que contienen un pequeño hueso central, por lo que a los niños les resultan muy fáciles de comer.
El contenido en grasa de estas chuletas de pierna es muy inferior al de otros corderos, (contiene la mitad para ser exactos, de grasas saturadas), lo que la convierte en una carne cardiosaludable. Tiene un contenido muy bajo en colesterol, gran cantidad de proteínas, vitaminas B6 y B12 y potasio, niacina, selenio, fósforo y zinc.
Este corte no es muy conocido pese a las indudables ventajas que presenta: es sabroso, siempre tierno y muy fácil de cocinar. Tanto a la barbacoa como a la plancha. Basta con calentarla, añadir un poco e aceite de oliva y esperar a que se doren por cada lado las chuletas (unos 3 minutos). Acompañadas con pasta, patatas o arroz tendrás un plato completo y saludable. Y se quieres probar algo increíble hazte un bocadillo con ellas.
Si quieres saber todo sobre la crianza de nuestros cordero premium pincha estos enlaces:
Ganadería Joaquín Borruel.
Ganadería Ernesto Ferrer
Conservar a ≤ 4º C
Cocinar antes de su consumo
Información nutricional por 100 g
- Valor energético 170 kcal 711,28 kj
- Grasa 11,8 g de las cuales saturadas 5,05 g
- Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
- Proteínas 17,90 g
- Sal 0 g
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.