Te presentamos riñones de cordero ecológico con un peso aproximado de 500 g envasados al vacío.
La salud tiene muchísimo que ver con lo que comemos y esto también sucede con los animales. La alimentación y el tipo de vida que lleven afecta a la calidad y composición de sus órganos. Por eso, te presentamos riñones de corderos ecológicos, sanos y jóvenes, con una textura agradable, blanda pero firme y un sabor muy suave.
Los riñones junto al hígado, son las vísceras que contienen una mayor cantidad de micronutrientes. Son un alimento muy beneficioso ya que contiene proteínas de alto valor biológico, minerales, principalmente hierro y son una fuente excelente de vitaminas A y del grupo B.
Puedes cocinarlos al jerez, encebollados, a la plancha muy hechos con ajo y perejil, en forma de brocheta con panceta y verduras o incluso empanados.
Información nutricional por 100 g
- Valor energético 97 kcal 406 kj
- Grasa 2.95 g de las cuales saturadas 1,9 g
- Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
- Proteínas 15,7 g
Conservar a ≤ 4º C
Cocinar antes de su consumo
Puede ser suministrado congelado, dado que al tratarse de una víscera su vida útil es muy corta. En ese caso te lo haremos saber.
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.