La vitamina D de los huevos de gallina
La Vitamina D tiene dos componentes, la Vitamina D3 y la Vitamina D2. La vitamina D3 se produce de forma natural en la piel de los humanos a partir de un derivado del colesterol y gracias a la acción de la luz solar. También el sol promueve la síntesis de vitamina D2 en plantas y hongos. En cualquier caso, la función principal de esta vitamina en el cuerpo es la de regular el nivel de calcio y fósforo, aunque recientemente se han observado otras funciones corporales de estas moléculas.
Por eso esta vitamina es tan importante durante el embarazo y el crecimiento de los niños: favorece la remodelación de los huesos y la absorción de calcio y fósforo en las células óseas. También necesitan vitamina D las personas de más edad, propensas a ir perdiendo masa ósea que provoca fracturas frecuentes.
Con una buena ingesta de vitamina D y una adecuada exposición al sol, se previenen malformaciones óseas durante el crecimiento, así como la osteoporosis especialmente en mujeres post-menopáusicas.
Los huevos, especialmente su yema, contienen gran cantidad de esta vitamina, por lo que su consumo es recomendado en épocas de crecimiento, durante el embarazo y la lactancia, y en personas propensas a enfermedades óseas. Los huevos que vendemos en Carnísima proceden de granjas ecológicas, que cuidan del bienestar de las gallinas dándoles mucho espacio para vivir y alimentos ecológicos. Los huevos que producen tienen una buena cantidad de vitaminas D, A, B y E, además de contener altos niveles de fósforo y selenio. El color de su yema, más amarillo que otras clases de huevos no ecológicos, es indicativo de una alimentación natural con mucho maíz y alfalfa.
Recuerda que los huevos son una excelente fuente de proteínas, con niveles bajos de colesterol. Así que se recomienda comer una ración de huevos dos o tres veces cada semana. Además, son fáciles de preparar y muy versátiles. Se pueden hacer tortillas francesas y de patatas, pero con un poco de imaginación también se pueden hacer ricas tortillas de otras verduras, como el calabacín o la alcachofa. Es uno de los ingredientes principales de las quiches, ese pastel francés caliente y salado que se puede rellenar de bacon, puerro o cualquier otra cosa que resultará riquísimo. Y en repostería, siempre se usan huevos para casi todo. Si los huevos son ecológicos, tus pasteles, galletas o magdalenas tendrán un sabor distintivo y además, ¡serán muy sanos!