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Guiso de Buey de Bellota

€15,75

Disponibilidad:
Sin stock
Te presentamos nuestra carne especial para guiso de  buey de bellota envasada al vacío, un producto exclusivo, delicioso y de altísima calidad.  En la pestaña PESO puedes seleccionar si deseas un...

Bajo petición

Te presentamos nuestra carne especial para guiso de  buey de bellota envasada al vacío, un producto exclusivo, delicioso y de altísima calidad.  En la pestaña PESO puedes seleccionar si deseas un paquete de 500 g o de 1 kg.

Los dados para guiso de buey de bellota son trozos de carne cortados en forma de cubos que se obtienen principalmente de cortes gruesos de carne, como el morcillo o el jarrete, que son ideales para guisos y estofados.  Son cortados en trozos de aproximadamente 5 a 7 centímetros, lo que permite una cocción uniforme y una textura jugosa, gracias a su excelente infiltración de grasa.

Durante la cocción a fuego lento, la carne adquiere una textura muy tierna y jugosa, y va absorbiendo los sabores de los ingredientes y las especias, creando una salsa deliciosa con gran profundidad de sabor
La cocción lenta es clave para obtener un gran resultado. 
Combina los dados para guiso con vegetales frescos, hierbas aromáticas y líquidos como caldo o vino  para crear un guiso complejo y delicioso. Experimenta con especias y hierbas para personalizar el sabor del guiso. Puedes agregar romero, tomillo, laurel, o cualquier condimento que complemente la carne.

Nuestro buey es carne de calidad excepcional criada en la Dehesa de Salamanca.

Se trata de bueyes de razas autóctonas,  morucha y berrenda, y concretamente de ejemplares obtenidos tras una cuidada selección genética.

Estos bueyes viven en extensos campos de encinas y pastos, alimentándose de primaveras, rastrojadas, otoñadas y montaneras, al ritmo que el paso de las estaciones impone al paisaje natural. Viven en la dehesa en libertad entre arroyos, encinas, sol y mañanas bañadas por el rocío.

Son animales de cinco años castrados, un procedimiento que multiplica por 3 la calidad de su carne. En primer lugar, modifica el desarrollo muscular de los animales; ralentiza la velocidad de crecimiento; por último, su comportamiento mucho más manso, lo que también tiene una repercusión directa sobre la terneza de la carne.

Su alimentación es completamente natural a partir de bellotas durante la época de la montanera. En momentos puntuales se complementa con cereales y leguminosas. Esta alimentación natural tiene una relación directa con la textura la infiltración y el inconfundible sabor de la carne de bellota. Del mismo modo los ácidos grasos presentes en estos frutos modifican la composición nutricional de la carne en la que destaca el ácido oleico concretamente palmítico esteárico y linoleico. La carne tiene una infiltración grasa similar a la del cerdo ibérico con la diferencia de que nuestros bueyes han estado expuestos al ácido graso de la bellota cuatro veces más. 

Disfruta de la experiencia gourmet de una carne nutritiva, saludable, sabrosa y exclusiva.

Información nutricional por 100 g

• Valor energético 231 kcal ·961 kj
• Grasa 11.7 g de las cuales saturadas 5 g
• Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
• Proteínas 31 g
• Sal 0 g

Conservar a ≤ 8º C
Cocinar antes de su consumo
Ganado origen España

Si quieres saberlo todo sobre nuestra carne de Buey de bellota sigue este enlace.

Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.

Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.

Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.

Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.

Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.

No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.