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Osobuco de Buey de Bellota 1 kg

€25,00

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Sin stock
Te presentamos 1 kg de osobuco de buey de bellota envasado al vacío, un producto exclusivo y de alta calidad. El Osobuco se presenta en  varias rodajas cortadas transversalmente al hueso,...

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Te presentamos 1 kg de osobuco de buey de bellota envasado al vacío, un producto exclusivo y de alta calidad.

El Osobuco se presenta en  varias rodajas cortadas transversalmente al hueso, de la parte inferior de la pata del buey. Tienen aproximadamente entre 5 y 7 centímetros de grosor y un hueso central que contiene la médula. Su nombre, del italiano osso buco significa "hueso con agujero" y se refiere al hueso que añade riqueza y sabor a la preparación. 
La carne alrededor del hueso es marmoleada y contiene tendones, tejido conjuntivo y colágeno que,  tras cocinarse adecuadamente, se descompondrá y proporcionará una textura tierna, muy melosa, suave y jugosa.
Su sabor es profundo y carnoso. La presencia del hueso, el tuétano y el colágeno crean una suculenta y deliciosa salsa que realza el plato.

Antes de cocinarlas, sella las rodajas de Osobuco para preservar los jugos. Cocina a fuego muy lento en abundante líquido (caldo, vino...) para permitir que el colágeno se descomponga, la carne alcance una textura tierna y se forme la salsa que habrá recogido los sabores desarrollados durante la cocción.
El Osobuco es un corte que recompensa la paciencia en la cocina. Después de una cocción lenta y cuidadosa, revela una carne increíblemente tierna que se deshace en la boca y una salsa rica que lo convierte en un manjar reconfortante y delicioso.

Este osobuco de buey es carne de calidad excepcional criada en la Dehesa de Salamanca. 

Se trata de bueyes , y concretamente de ejemplares obtenidos tras una cuidada selección genética.

Estos bueyes, de razas autóctonas,  morucha y berrenda, se han seleccionado genéticamente tras varias generaciones para obtener la máxima calidad cárnica y la mejor conformación. Viven en libertad, en extensos campos de encinas y pastos, alimentándose de primaveras, rastrojadas, otoñadas y montaneras, al ritmo que el paso de las estaciones impone al paisaje natural. 

Son animales de cinco años castrados. Este procedimiento tiene consecuencias directas sobre las características organolépticas de la carne y mejoran su calidad considerablemente. En primer lugar, modifica el desarrollo muscular de los animales; también  ralentiza la velocidad de crecimiento, que es mucho más lenta que la de los animales enteros; por último, su comportamiento es mucho más manso, lo que también tiene una repercusión directa sobre la terneza de la carne.

Su alimentación es completamente natural y durante la época de la montanera se centra en el consumo de bellota. En momentos puntuales se complementa con cereales y leguminosas. Esta alimentación natural tiene una relación directa con la textura la infiltración y el inconfundible sabor de la carne de bellota. Del mismo modo los ácidos grasos presentes en estos frutos modifican la composición nutricional de la carne en la que destaca el ácido oleico concretamente palmítico esteárico y linoleico. La carne tiene una infiltración grasa similar a la del cerdo ibérico con la diferencia de que estos bueyes han estado expuestos al ácido graso saludable de la bellota cuatro veces más. 

Disfruta en la cocina de la experiencia gourmet de una carne nutritiva, saludable, sabrosa y exclusiva.

Información nutricional por 100 g

  • Valor energético 231 kcal ·961 kj
  • Grasa 11,7 g de las cuales saturadas 5 g
  • Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
  • Proteínas 31 g
  • Sal 0 g

Conservar a ≤ 8º C
Cocinar antes de su consumo
Ganado origen España

Si quieres saberlo todo sobre nuestra carne de Buey de bellota sigue este enlace.

Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.

Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.

Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.

Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.

Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.

No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.