Te presentamos huesos de rodilla de ternera ecológica 100% de un peso aproximado de 500 gramos envasados al vacío.
Estos huesos se presentan sin la carne que los rodea pero cubiertos con un cartílago resistente, un tejido que tras una larga y lenta cocción adquiere una textura gelatinosa divina. Solo necesitas un poco de paciencia para que quede blando. No hay necesidad de remover ni voltear, no hay necesidad de hacer nada más que esperar.
El farmacéutico Antoine-Alexis Cadet de Vaux puso de relieve ya en el siglo XVIII las propiedades del caldo gelatinoso elaborado con estos huesos. Y es que la ciencia no hace sino corroborar lo que ya sabían hace tiempo nuestras abuelas.
El caldo que se obtiene de la cocción lenta de los huesos de las articulaciones de la res contiene minerales que el cuerpo puede asimilar fácilmente: calcio, magnesio, fósforo, silicio, azufre y oligoelementos.
Contiene también cartílago disuelto y compuestos tendinosos, como el sulfato de condroitina y la glucosamina, que se venden a precios elevados como suplementos para la artritis y el dolor en las articulaciones. También contiene proteínas de calidad, colágeno y glicina, un aminoácido esencial que coadyuva a la regeneración de las células y favorece la digestión.
Los beneficios para la salud son indiscutibles: mejora la piel, el cabello, las uñas, los tendones o los ligamentos y reduce el dolor muscular y el provocado por la artritis
Y por si fuera poco, este caldo tiene un agradable sabor, una gran textura y aportar un calor reconfortante.
Conservar a ≤ 4º C
Cocinar antes de su consumo
Peso neto aproximado: 500 g
Vacuno nacido, engordado, sacrificado y despiece en España
En estos enlaces te explicamos cómo se cría nuestro ganado ecológico
Ganadería Ecológica de Reyes Buil
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.