Te presentamos pechuga de pollo eco envasada al vacío. Puedes seleccionar la opción en la pestaña CORTE indicando si la deseas ENTERA o FILETEADA.
En la pestaña PESO puedes seleccionar si deseas un paquete de 250 g, de 500 g o de 1 kg.
La pechuga de pollo es uno de los alimentos más saludables, ya que aporta una importante cantidad de proteínas y una cantidad mínima de grasa, lo que la convierte en un excelente aliado en las dietas de control de peso.
A la plancha o a la parrilla, estará exquisita y jugosa; empanada, se convertirá en uno de los platos favoritos de los más pequeños.
Esta exquisita carne tiene una historia detrás que te permite comer de forma consciente un alimento saludable, producido de manera sostenible y ecológica.
Sin forzar su ritmo natural de crecimiento, nuestros pollos ecológicos tienen un mínimo de 90 días para crecer, frente a los 35 días de un pollo industrial, sin hormonas, en condiciones sanas que hacen innecesarios los medicamentos y antibióticos.
Solo se alimentan de verduras y pienso producidos de forma ecológica y sin transgénicos. Y eso se nota en su carne, consistente y compacta, pero tierna.
La grasa se integra en el músculo de manera natural y esto no solo la hace más sabrosa, más melosa y menos seca, sino también más sana porque contiene grasas saludables como lo ácidos omega 3.
Conservar a 4º C
Cocinar antes de consumir
Información nutricional por 100 g
- Valor energético 145 kcal · 607,09 kg
- Grasa 6,20 g de las cuales saturadas 1,91 g
- Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
- Proteínas 22,2 g
- Sal 0 g
Si sigues una dieta libre de soja, puedes indicárnoslo en el apartado Instrucciones especiales para el vendedor. Seleccionaremos para ti pollos criados exclusivamente con maíz, trigo, cebada y avena.
En este enlace encontrarás toda la información acerca de la crianza y alimentación de nuestros pollos ecológicos.
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.