La clave está en la grasa infiltrada en el músculo que contiene; esta grasa es la responsable de su llamativo veteado y su aspecto “marmóreo”. A diferencia de otras carnes, en las que la grasa aparece recubriendo el músculo, aquí la grasa está infiltrada en él; de ahí que sea tan suculenta y sabrosa.
Para que disfrutes de toda su terneza, te la servimos en condiciones óptimas de maduración, respetando los tiempos de enfriamiento y las temperaturas en las cámaras de refrigeración.
La grasa de nuestras Angus, por su alimentación y manejo, es saludable debido a su elevado contenido en ácidos grasos. A este beneficio se añaden las proteínas, minerales y vitaminas que están presentes en las carnes de calidad.Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.