El T-bone recibe su nombre del característico hueso que tiene en el centro en forma de T, con carne a ambos lados de la zona del lomo bajo de la res. Su particularidad reside en reunir dos piezas de carne extraordinarias, dos cortes nobles: el solomillo y el entrecot, la parte más grande.
Se trata de una carne muy tierna, jugosa y poco grasa.
El mejor modo de prepararlo es a la barbacoa, pero también puedes asarlo en una parrilla eléctrica o hacerlos a la plancha. Te bastarán 3 minutos por cada lado para que queden poco hechos y bien jugosos por dentro.
No olvides sacar las piezas del frigorífico y de su envase unos 30 minutos antes de cocinarlas para que se atemperen y se cocinen uniformemente. Quedarán bien selladas por fuera, doradas y muy apetecibles y poco hechas por dentro, evitando que queden frías.
Estos cortes proceden de terneras de un año aproximadamente, de razas limusina y parda de montaña, alimentadas con pasto y cereal ecológicos. Las canales se han sometido a un proceso de maduración de como mínimo 15 días, que suaviza su textura y mejora su sabor.
Conservar a ≤ 8º C
Cocinar antes de su consumo
Información nutricional por 100 g
- Valor energético 131 kcal ·548 kj
- Grasa 5,4 g de las cuales saturadas 2,1 g
- Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
- Proteínas 20,7 g
- Sal 0 g
Vacuno nacido, engordado, sacrificado y despiece en España
En estos enlaces te explicamos cómo se cría nuestro ganado ecológico
Ganadería ecológica de Reyes Buil
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Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.