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Redondo de vaca Eco

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Te presentamos redondo de vaca ecológica envasado al vacío. Se puede usar tanto para preparaciones cocidas a fuego lento, como para parrilladas y asados, e incluso para un delicioso carpaccio o un tartar "cortado a...

Bajo petición

Te presentamos redondo de vaca ecológica envasado al vacío. Se puede usar tanto para preparaciones cocidas a fuego lento, como para parrilladas y asados, e incluso para un delicioso carpaccio o un tartar "cortado a cuchillo".

En la pestaña CORTE puedes seleccionar si deseas PIEZA ENTERA para cocina al horno, por ejemplo, o a FILETES.

En la pestaña PESO puedes seleccionar si deseas un paquete de 500 g., de 1 kg  ó 2 kg.

Si vas cocinar filetes, cocínalos fritos o a la plancha muy rápidamente y sírvelos poco hechos.

Y te damos una recomendación similar para tus asados. Marca la carne unos minutos para quemar la superficie y caramelizar los jugos, dejando así la mayor cantidad de jugo posible dentro de la carne. Cocínalo al horno caliente (210° C) y preferentemente tapado para evitar que se seque. Ten en cuenta que el tiempo de cocción de un asado debe adaptarse a su diámetro.
La hagas frita o asada, recuerda no cocinarla recién sacada del frigorífico: déjala alcanzar la temperatura ambiente durante un rato para evitar que se produzca un choque térmico durante la cocción, con el riesgo de contraer las fibras musculares y endurecer la carne. Asimismo, una vez cocinada la carne, un breve tiempo de reposo bajo una hoja de papel de aluminio permitirá que  se relaje y el calor se distribuya uniformemente, dando como resultado una carne aún más tierna.

El redondo, por su forma, es la pieza ideal para realizar también bonitas lonchas de carpaccio. Se prepara cortando lonchas muy finas de carne cruda, rociadas con un chorrito de aceite de oliva y unas gotas de limón. Hoy en día existen diferentes variaciones a base de condimentos que varían según la imaginación y los gustos de quien los prepara. Algunos los espolvorean con virutas de parmesano, otros con rodajas de champiñones o alcaparras. Si bien el aceite de oliva está siempre presente, puedes sustituir el limón por vinagre balsámico. El pesto también tiene su efecto. El éxito de un carpaccio reside en encontrar el condimento que realce el sabor natural de la carne sin enmascararlo.
Puedes preparar tú mismo tus lonchas de carpaccio de manera muy fácil, si introduces el redondo para que se endurezca en el congelador. ¡Ojo, debe endurecerse, no convertirse en un bloque de hielo!. Luego córtalo en rodajas finas. Si las lonchas no quedan lo suficientemente finas, colócalas entre dos láminas de film transparente y aplánalas con un rodillo.
Este corte también es apropiado para preparar un tartar.
Recuerda que el tartar y el carpaccio se deben consumir nada más comprarlos.

Calcula 150 g por persona para bistec, tartar o carpaccio y 200 g para platos estofados y asados.

Al tratarse de carne de vaca, un animal adulto de más de 4 años, encontrarás en estas preparaciones un sabor más intenso, profundo y complejo en comparación con la carne de ternera. Presenta el nivel de infiltración adecuado para que las delicadas vetas de grasa realcen su terneza y añadan riqueza a su sabor. A través del proceso de maduración controlada, se potencia aún más su suavidad, ofreciendo una experiencia de degustación más completa y redonda.

Conservar a ≤ 4º C
Cocinar antes de su consumo

Información nutricional por 100 g
• Valor energético 135 kcal ·565 kj
• Grasa 4,6 g de las cuales saturadas 1,7 g
• Hidratos de carbono 0.6 g de los cuales azúcar 0 g
• Proteínas 21,9 g
• Sal 0 g

En este enlace te explicamos cómo se cría nuestro ganado ecológico

Ganadería ecológica de Reyes Buil

    Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.

    Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.

    Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.

    Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.

    Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.

    No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.