Te presentamos un paquete de 1 kilo de chuletas y costillas de palo y riñonada de cordero premium envasado al vacío.
Las chuletas o costillas de palo son carne de categoría Extra. Son seguramente la pieza más suculenta y apreciada. Se sacan del lomo y el costillar (las que se sacan de la riñonada no tienen palo).
A los niños les encantan: ¡verás cómo se chupan los dedos! Y a la parrilla estas chuletas resultan deliciosas. Sin duda es el corte más sabroso.
La carne de nuestro cordero es rosácea, tierna, sabrosa, de textura suave y excelente aroma. Su equilibrado sabor la diferencia claramente de la del lechal (menor de 30 días), demasiado suave, y de la del cordero pascual (de más de 120 días), muy fuerte al paladar.
Tiene un contenido muy bajo en colesterol, gran cantidad de proteínas, vitaminas B6 y B12 y potasio, niacina, selenio, fósforo y zinc.
Conservar a ≤ 4º C
Cocinar antes de su consumo
Información nutricional por 100 g
- Valor energético 250 kcal 1046 kj
- Grasa 20,6 g de las cuales saturadas 9,2 g
- Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
- Proteínas 16,18 g
- Sal 0 g
Si quieres saber todo sobre la crianza de nuestros cordero premium pincha estos enlaces:
Ganadería Joaquín Borruel.
Ganadería Ernesto Ferrer
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.