Te presentamos dos Rib-eye de ternera ecológica de unos 500 g cada uno envasados al vacío individualmente.
El Rib-eye, es uno de los entrecots más populares del mundo. Puede provenir de la sexta a la duodécima costilla y, dependiendo del extremo del que proceda, tendrá más o menos grasa veteada o marmoleada en la carne. También tiene una pequeña sección de grasa en el parte superior. Esta grasa hace su magia cuando el Rib-eye se cocina: cuando se derrite le proporciona un sabor extra carnoso y una textura jugosa, húmeda y tierna que lo convierten en “el entrecot”, sin duda uno de los cortes más sabrosos que existen.
El grueso de la carne pertenece al Longissimus Dors, un músculo que recorre la columna vertebral y, por su posición, apenas trabaja. Y sí, existe una conexión entre la dureza de la carne y el ejercicio que realiza el músculo. Por eso esta carne es tan suave, tierna y deliciosa.
Nuestros Rib-eye tienen la maduración ideal y un grosor de unos 2-3 cm. lo que te garantiza una proporción adecuada de exterior dorado a centro jugoso y suave. Tiene el inconfundible sabor de la carne seleccionada, de calidad y origen certificados.
Te aconsejamos cocinarlo poco, pero dándole a tu Rib-eye el tiempo suficiente para que la grasa reduzca e impregne con su sabor a la carne. Bastarán unos 5 minutos por cada lado.
¿Por qué ir a un asador cuando puedes hacer un Rib-eye perfecto en casa? No hay necesidad de ingredientes especiales o sofisticados para que triunfes con su preparación. Cualquiera lo puede cocinar fácilmente siguiendo estos consejos.
- Sazona bien la carne y déjala reposar a temperatura ambiente durante al menos media hora.
- Utiliza preferentemente una buena sartén de hierro fundido bien caliente. Pon la carne y cocínala durante 5 minutos.
- Dale la vuelta y ahora que está a la mitad de la cocción, baña el Rib-eye con una mantequilla de hierbas con ajo. No la pongas antes porque puede quemarse. Prepara la mantequilla con dientes de ajo machacados, tomillo fresco y unas ramitas de romero. El ajete de temporada, el grano de pimienta rosa y el rábano picante o el miso rico en umami y las semillas de amapola son mantequillas muy sabrosas que combinan maravillosamente con este corte. Gracias a la mantequilla, quedará crujiente por fuera y tomará un sabor delicioso y un apetecible color marrón.
- Ahora viene lo más difícil. Retira la carne de la sartén y contémplala en la tabla de servir durante al menos 5 minutos. No caigas en la tentación de omitir este paso: si cortas la carne inmediatamente después de cocinarla ¡todos los jugos se derramarán sobre la tabla!. El tiempo de reposo permite que la carne reabsorba sus líquidos, lo que significa que no perderá ninguno de esos deliciosos jugos al cortar.
- Por último, no olvides cortar la carne en dirección opuesta a la fibra.
Para completar tu experiencia te aconsejamos degustar este entrecot con un Cabernet Sauvignon o un Pinot Noir.
Conservar a ≤ 8º C
Cocinar antes de su consumo
Información nutricional por 100 g
- Valor energético 256 kcal ·1071 kj
- Grasa 21 g de las cuales saturadas 8,51 g
- Hidratos de carbono 0 g de los cuales azúcar 0 g
- Proteínas 16,7 g
- Sal 0 g
Nuestros entrecots proceden de ganado vacuno y ecológico nacido, engordado, sacrificado y despiece en España.
En estos enlaces te explicamos cómo se cría nuestro ganado ecológico
Ganadería ecológica de Reyes Buil Ganadería Ecológica Casa Puértolas
Te enviamos nuestra Carne Buenísima envasada al vacío en paquetitos del peso indicado en la descripción del artículo.
Te recomendamos sacarla del frigorífico entre 20 minutos y una hora antes de cocinarla (dependerá del grosor del corte), para que se atempere y se cocine uniformemente.
Si la has congelado, sácala al menos 24 horas antes de cocinarla y deja que se descongele poco a poco en el frigorífico.
Toda nuestra carne es fresca. Puedes congelar lo que no vayas a consumir de inmediato.
Únicamente podríamos servirte ultracongelado el hígado u otras vísceras, debido a su corta vida útil. Te explicamos esta posibilidad en la descripción del artículo. En ese caso te informaremos para que lo tengas en cuenta.
No laves la carne ya que agua es un vehículo perfecto para facilitar la expansión de los microorganismos y podrías contaminar los alimentos. La mejor forma de higienizarla es el calor: cocínala siempre por encima de unos 65ºC. Si quieres consumirla en crudo te aconsejamos congelarla previamente.